Por: José Rafael Espinel Páez @Jrespinelp
Para
perpetuarse en el poder, las elites que se creen las dueñas de Colombia
trazaron la estrategia de servir a intereses foráneos aplicando el libre
comercio y el neoliberalismo. Arruinan a los sectores productivos y, al mismo
tiempo, se las arreglan para cooptar a la clase obrera y al campesinado y para
entretener a las capas medias y al empresariado. Pero a la larga son los sectores
avanzados de los trabajadores los únicos capaces de sobreponerse a esas
maniobras de corto vuelo. Porque éstos cuentan con arraigo en la nación y pueden
tener una visión que les permite defender con éxito la soberanía, el trabajo,
la producción y la auténtica democracia, herramientas fundamentales para forjar
riqueza en beneficio del país y su gente.
La
mejor defensa de los intereses de obreros, campesinos, empresarios y demás
sectores nacionales será combatir las políticas
que apuntan a destruir la infraestructura industrial y agropecuaria
nacional. Para esto, se precisa
erigir un nuevo Estado
que defienda el mercado interno y brinde todo el sustento necesario para la
eficaz producción, comercialización y consumo de mercancías, bienes y servicios
de calidad, así como de alimentos sanos sustentables con el medio ambiente que
garanticen la seguridad y soberanía alimentaria.
Para
que lo anterior pueda hacerse realidad, es necesario contar con un programa
nacional y democrático, para que las fuerzas productivas de nuestro país
cuenten con una real capacidad nacional de competencia y así generar riqueza a
partir de nuestros vastos recursos naturales y el trabajo de nuestro pueblo. Al
respecto, el Estado debe dotar a la sociedad en su conjunto de salud y
educación universal sin costo y de óptima calidad y un mínimo vital gratuito de agua.
Estos servicios públicos serán prestados por entidades públicas, mixtas o
privadas, cuyos costos, inversiones, ganancias e impuestos sean razonables y
estén exentos de corrupción y otras arandelas.
Esta
titánica tarea se puede alcanzar. Contamos con un país que posee una inmensa
riqueza material y un pueblo, en su gran mayoría, noble, honrado y trabajador. Las metas, entre otras, fortalecer aquellas
empresas que aún sean patrimonio público de la nación; defender el medio
ambiente; dar un impulso decisivo a la producción industrial y agropecuaria; administrar
mejor los recursos naturales y las regalías, pactando mejores contratos de concesión,
renegociar el servicio de la deuda externa e interna y, obviamente, modificar la
estructura tributaria.
En
materia impositiva y teniendo en cuenta que se deben suprimir los impuestos
regresivos como el IVA, por su carácter antidemocrático e inequitativo, se debe
aprobar una estructura tributaria progresiva,
en la que se aporte de acuerdo con
el patrimonio y los ingresos. Puede ser mediante una progresión aritmética Ej.
(3, 7, 11, 15, 19, ….) o una progresión geométrica, Ej. (1, 3, 9,
27, 81, ….). Lo anterior es posible porque “dinero sí hay”. Lo que pasa es “que la
platica está mal repartida”, como dice
el vallenato compuesto por Gildardo Montoya Ortiz y que canta Alejandro Durán.
Esta
equitativa progresividad permitirá que la gente aporte con gusto, puesto que su
esfuerzo se verá compensado con los buenos servicios que el Estado proporcione
y los suministrados por los privados serán debidamente regulados. Con la
ecuación económica y tributaria progresiva aquí
propuesta, se garantizará desplegar el ingenio e iniciativa y capacidad
de todas las fuerzas productivas y sectores sociales de la nación.
Como
Jorge Enrique Robledo Castillo es una persona honrada, honesta y capaz, que encarna
este anhelo de cambio, con los anteriores elementos y otros que surgirán, la inmensa
reserva moral con que cuenta Colombia tendrá el incentivo necesario para
ponerse de pie, conformar una Gran Convergencia Nacional para llevarlo a la Presidencia
de la República en el 2018. Con Robledo empezaremos a transitar por una senda
de progreso, bienestar para todos, una venturosa patria y se demostrará que este país si tiene arreglo.
La
mesa Cundinamarca. Enero 2017
No hay comentarios.:
Publicar un comentario