Pablo Andrés Celis Bedoya – Asociación antioqueña de ligas de usuarios
de servicios públicos.
Producto del ánimo de lucro del
modelo privatizador que incentiva las altas tarifas de servicios públicos
domiciliarios y la grave crisis económica profundizada por el gobierno de
Santos que conlleva a la pérdida del ingreso en los hogares colombianos, en la
actualidad son 796.472 medellinenses que no disponen permanentemente de los
servicios públicos de agua, energía y gas.
Según EPM a 31 de mayo de 2016
hay 43.845 hogares desconectados de los servicios de energía, agua y gas, lo
cual comprende usuarios con suspensiones por morosidad de más de 2 meses
(16.755) y cortes totales del servicios por morosidades de más de 7 meses
(27.090), donde el servicio de agua es el que más desconectados tiene (18.143
hogares). Si esos 43.845 desconectados los multiplicamos por 4, que es el
promedio de miembros por hogar, serían 175.380 personas que no cuentan con los
servicios de energía, agua y gas en la ciudad de Medellín.
Si bien EPM presenta que hubo una
reducción del 54,48% pues en 2011 eran 80.477 hogares desconectados, lo cierto
es que la empresa trasladó a cientos de miles de usuarios de la modalidad de
desconexión a la de prepago, que es otra forma de limitar el acceso permanente
a los servicios públicos domiciliarios. Hoy en agua y energía prepagos son
115.073 hogares que no disponen permanentemente de estos servicios pues tienen el
acceso limitado a su capacidad de pago. Esto quiero decir, multiplicado por 4
miembros por hogar, que 460.292 personas en Medellín o tienen que reducir su
calidad de vida para acceder a los servicios o no acceden cuando no tienen como
pagar previamente los servicios.
Por otra parte, EPM planea
intervenir a 40.200 hogares que no pueden acceder a los servicios por falta de
cobertura, estos se discriminan así: con abastecimiento comunitario a falta de
cobertura por razones “técnicas, jurídicas y económicas” son 11.500 hogares,
sin reconocimiento de titulación predial 21.800 hogares y 6.900 hogares que no
se pueden conectar porque no cuentan con condiciones óptimas de habitabilidad. Si
multiplicamos esta cifra por 4, tenemos otras 160.800 personas sin conexión.
Estamos hablando pues de 796.472
medellinenses que no disponen permanentemente de los servicios públicos de
agua, energía y gas y que mes a mes se debaten entre pagar sus facturas o
comer, vestirse y educarse, o lo peor, prescindir parcial o totalmente de los
servicios básicos para garantizar una adecuada calidad de vida. Una cifra
inconcebible para la ciudad galardonada con el “premio nobel de urbanismo” y
con una EPM que privilegia negocios internacionales de dudosa reputación.
Pertinente el debate que sobre el
tema librará el concejo de Medellín este martes 12 de julio de 2016, con la
notable participación de la concejal Luz María Múnera quien ha sido destacada
dirigente de las ligas de usuarios de servicios públicos domiciliarios. El reto
es enfilar todas nuestras fuerzas por la movilización ciudadana contra las
altas tarifas que nos afecta a todos y las desconexiones inhumanas de millones
de colombianos que han sido arrastrados a la pobreza.
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